800 millones de personas en todo el mundo aún carecen de seguridad alimentaria. ¿La solución? Garantizar los derechos comunitarios a la tierra

by Joan Carling

Soy una activista de derechos humanos que se ha pasado las últimas dos décadas de su vida luchando por la tierra y los derechos ambientales de los pueblos indígenas. He trabajado con organizaciones de base. He dirigido grandes organizaciones y movimientos indígenas.

Sin embargo, a lo largo de mi vida, nunca he olvidado mis raíces.

Soy una mujer indígena de la tribu kankanaey, situada en el norte de Cordillera, una región montañosa de Filipinas. Para nosotros, la comida es parte de nuestra cultura. De niña crecí en una aldea forestal, y siempre teníamos una olla extra de arroz cocido para poder alimentar a los invitados inesperados. Nuestro saludo de bienvenida a cada visitante era «¿Has comido?» La papa es parte de nuestra identidad como pueblo kankanaey. Crecí cuidando nuestro jardín de papas, y siempre disfruté comiendo las delicias de mi abuela hechas de harina de papa.

Al igual que en nuestra comunidad, la comida tiene un significado especial para millones de personas cuyas vidas están vinculadas a las tierras que producen alimentos. La comida significa identidad y cultura. La comida representa una forma de vida transmitida de generación en generación. Cuando sembramos semillas en nuestros jardines y campos, cuidamos nuestros bosques y ríos, ponemos comida en la mesa; celebramos la conexión profunda y eterna, y las relaciones recíprocas, que tenemos con nuestras tierras. A la vez, también estamos alimentando al resto del mundo.

El setenta por ciento de los alimentos del mundo proviene de los pequeños productores. Muchas son comunidades que dependen de sus tierras consuetudinarias para el cultivo de alimentos. Sus bosques también sustentan la seguridad alimentaria mundial. Nosotros los pueblos indígenas y las comunidades locales estamos haciendo todo lo posible para evitar que el planeta se hunda en una crisis mundial de alimentos y del clima, a pesar de las crecientes amenazas contra nuestras tierras, nuestra autonomía y nuestras vidas.

Por eso, en el Día Mundial de la Alimentación, me uno a la campaña Derechos a la Tierra Ya [Land Rights Now] para renovar un llamado global a la acción. Hacemos un llamado a los gobiernos para que reconozcan y garanticen los derechos a la tierra de los casi 2,500 millones de personas que dependen de tierras comunitarias para alimentar a sus familias y al mundo.

Los pueblos indígenas y las comunidades locales, en gran parte, carecemos de derechos seguros sobre las tierras que hemos protegido por largo tiempo, y de las cuales dependemos para nuestros alimentos y medios de subsistencia. Los gobiernos solo reconocen nuestros derechos en 10 por ciento de las tierras del mundo, a pesar de que tenemos derechos consuetudinarios sobre al menos el 50 por ciento. Esta brecha no solo nos deja vulnerables a la apropiación de tierras y a la inseguridad alimentaria, sino que también amenaza a la comunidad mundial de sufrir desastres por el cambio climático y a la pérdida irreversible de biodiversidad. Esto esta documentado en una nota, lanzado por Derechos a la Tierra Ya en el dia mundial de la alimentación: Una receta para la seguridad alimentaria: los frutas de asegura los derechos a la tierra de los pueblos indígenas y comunidades locales.

Así que hago un llamado a todos los individuos que sienten pasión por erradicar el hambre y acabar con la inseguridad alimentaria de 800 millones de personas a nivel mundial, para que se unan a nosotros y exijan políticas firmes que garanticen los derechos sobre la tierra y que los gobiernos, los inversores y las corporaciones tomen responsabilidad de sus acciones. Todos debemos tomar medidas para poner fin al uso insostenible de la tierra y los recursos, y la desigualdad, si queremos lograr reducir el hambre a cero.

Sobre la autora: Joan Carling es defensora de los derechos humanos de Filipinas que ha dirigido movimientos a favor de la promoción de los derechos indígenas sobre la tierra y el medio ambiente durante más de 20 años. Ha trabajado en todos los niveles para lograr cambios y dar voz a los pueblos marginados. Se ha desempeñado como Secretaria General del Pacto de los Pueblos Indígenas de Asia, Presidenta de la Alianza Popular de los Pueblos Cordillera, y es miembro del Foro Permanente de las Naciones Unidas para Cuestiones Indígenas. Joan actualmente es co-convocante del Grupo Principal de Pueblos Indígenas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y miembro de la Junta Asesora para la Campaña de Derechos a la Tierra Ahora. Recientemente, fue galardonada con el Premio Campeones de la Tierra de Naciones Unidas por su logro de por vida. Síguela en Twitter @JoanCarling.