Miriam Miranda ha dedicado su vida a la defensa de los derechos culturales y territoriales del pueblo garífuna en Honduras. Es la líder de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH), y ha coordinado esfuerzos para contrarrestar el robo de tierras por parte de las grandes empresas turísticas, recuperar territorios ancestrales que pertenecieron a comunidades garífunas, detener a los narcotraficantes, promover prácticas ambientales sostenibles y apoyar el desarrollo del liderazgo comunitario de mujeres y jóvenes. Este papel la ha convertido en blanco de amenazas de muerte, encarcelamiento y ataques. También la ha llevado por todo el mundo, creando lazos entre movimientos y personas. Miranda ha recibido el Premio Óscar Romero de Derechos Humanos y el Premio Internacional de Soberanía Alimentaria de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Estados Unidos. En 2016, fue galardonada con el premio ambiental Carlos Escaleras por 30 años de labor activista.