Plantaciones a gran escala de palma de aceite, caña de azúcar y banana, haciendas ganaderas y minería y proyectos energéticos están invadiendo progresivamente las tierras de los pueblos Maya Q´eqchi y Pomoqchi, quienes han habitado el Valle Polochic y las áreas alrededor del lago Izabal desde tiempos precolombinos. Los pueblos indígenas, que constituyen más de la mitad de la población de Guatemala, han sido privados de su derecho a la tierra por mucho tiempo.
Según lo afirma la Comisión de las Naciones Unidas para la Clarificación Histórica, los pueblos Maya estuvieron sujetos a genocidio a manos de los gobiernos militarizados de Guatemala durante el conflicto armado interno de 36 años que culminó en 1996 con la firma de los Acuerdos de Paz.
El estado ha hecho algún progreso pero no ha cumplido aún con compromisos sustanciales del Acuerdo de Paz. Ha habido algunos retrocesos en los derechos colectivos de los pueblos indígenas a la tierra para priorizar intereses corporativos. En 2011, por ejemplo, más de 769 familias Q´eqchi fueron desalojadas violentamente en el Valle de Polochic para expandir una plantación de caña de azúcar. El gobierno prometió después devolverles tierra a las familias desalojadas, pero 414 de ellas aún están esperando.
Muchos líderes indígenas en todo Guatemala que trabajan con las comunidades afectadas por los conflictos de tierra están siendo criminalizados, perseguidos y asesinados, con un saldo de 13 muertes contadas en sólo los primeros ocho meses de 2018. Entre las docenas de líderes que han sido acusados con falsos o dudosos cargos están Abelino Chub, un profesor que ha estado en prisión esperando juicio desde Febrero de 2017; Juan Eduardo Cal quien fue encarcelado en Octubre de 2017 y se le otorgó la salida con arresto domiciliario en Diciembre; y Maria Choc, quien ha estado en arresto domiciliario desde Enero de 2018.
Las familias indígenas sin tierra en Guatemala sufren a menudo extrema pobreza y malnutrición. Varias investigaciones han demostrado que las plantaciones son menos benéficas para el desarrollo económico que los cultivos a pequeña escala de maíz y fríjol que estas reemplazan.
Acciones necesarias
- El gobierno de Guatemala debe respetar los derechos humanos, incluyendo los derechos a la comida; parar las violaciones a la vida y la libertad; y respetar los derechos de los indígenas contemplados en los Acuerdos de Paz de 1996.
- El gobierno debe cumplir con su compromiso de ayudar a las 769 familias desalojadas en Polochic; cesar las persecuciones a líderes indígenas que defienden los derechos comunales a la tierra y el agua; y entrar en diálogo con las comunidades.
Participantes de Derechos a la Tierra Ya: